El domingo 29 de junio, la Iglesia homenajea a San Pedro y San Pablo, fundadores de la Iglesia de Roma. Se trata de una de las mayores celebraciones religiosas para los cristianos.
El santoral conmemora el 29 de junio el martirio en Roma, aunque se produjo en años distintos, de los apóstoles Simón Pedro y Pablo de Tarso.
Según la tradición, San Pedro y San Pablo fueron detenidos y martirizados en la prisión Mamertina, también llamada el Tullianum, ubicada en el foro romano en la Antigua Roma.
Con motivo de la solemnidad
de esta fiesta, tenemos especialmente presente
al papa Francisco. Lo hacemos con nuestra oración para que el Señor lo asista
en el pastoreo de la Iglesia. Y
también estamos llamados a colaborar con las iniciativas del sucesor de Pedro a
través de nuestra aportación económica, en lo que se conoce como colecta del Óbolo de San Pedro. Las aportaciones de
todos son distribuidas por el Papa en función de las necesidades del Pueblo de
Dios.